Las cooperativas valencianas, las empresas más resilientes


El cooperativismo valenciano es un referente en España y Europa, ya que durante la pandemia se han convertido en las empresas más resilientes. Han sabido adaptarse, han sido solidarias y se han unido y transformado para hacer frente a una crisis sanitaria, que nadie en el peor de los casos imaginaba. Como dijo Emili Villaescusa, presidente de Concoval «han demostrado de forma contundente que la mejor forma de hacer economía es hacerla al servicio de las personas».

En este sentido, ensalzando la importancia y capacidad para superar situaciones adversas, hace unos días la vicepresidenta y consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas, Mónica Oltra, resaltó que el cooperativismo y la economía social, «continúan ofreciendo, hoy en día, respuestas viables, resilientes, innovadoras y sostenibles que nos ayudan a construir una sociedad y una economía más justa y humana».

Así mismo, destacó la apuesta del Consell por este modelo empresarial, que en la Comunitat Valenciana representa el 12,5% del PIB (por encima de la media europea, que está en el 8%), con 2.500 empresas y con una creación de empleo directo e indirecto que asciende a los 78.911 puestos de trabajo, e indicó «su valor como vía de recuperación de la economía y el empleo tras la crisis provocada por la pandemia del Covid-19».

Según Emili Villaescusa, «somos la Comunitat con más diversidad, aglutinamos cooperativas de ocho sectores diferentes, agroalimentario, trabajo social, enseñanza, consumo, viviendas, eléctrico, crédito y transporte, y todas agrupadas y organizadas alrededor de sus federaciones e impulsando proyectos muy innovadores».

Oltra señaló, además, que Les Corts ya han manifestado «su apoyo al desarrollo de estas políticas de transformación e instó al Gobierno español a realizar las modificaciones normativas que permitan su desarrollo».

La vicepresidenta realizó estas declaraciones durante la inauguración de la jornada ‘workshop’ internacional sobre transformación de empresas cooperativas que se celebró en Valencia la última semana de septiembre, dentro de proyecto Reset en el que participan cuatro regiones europeas (Comunitat Valenciana, Occitania, Emilia-Romagna y Zagreb).

En esta jornada se analizaron las diferentes propuestas que, desde la economía social, pueden darse para ofrecer alternativas que ayuden a conservar y mantener puestos de trabajo cuando las empresas se encuentran en dificultad, o frente a relevos generacionales.

En este sentido, Oltra resaltó «la mayor resiliencia y capacidad de adaptación frente a las crisis» que caracteriza a la actividad económica ligada a las empresas de la economía social, cooperativas, sociedades laborales y empresas de inserción.

Como ejemplo de esta resiliencia, Oltra aseguró que, durante la crisis de 2009 a 2013, el empleo en el sector cooperativo descendió un 8% frente al 15,5% de las empresas del sector privado.

Esta característica se ha hecho patente también durante la crisis económica generada por el Covid-19; así, mientras que la creación de empresas descendió en 2020 un 13% en las empresas convencionales, «en el sector cooperativo solo lo hizo un 1,4%; y en el primer semestre de 2021, se han constituido casi el total de cooperativas que en el año anterior, en una clara muestra de que en situaciones de incertidumbre, el emprendimiento colectivo en cooperativa ofrece mayor estabilidad

Apuesta firme

En este contexto, la vicepresidenta repasó las diferentes acciones que está impulsando la Generalitat, a través de la Conselleria de Economía, Sectores Productivos, Comercio y Trabajo, para dar respaldo a la economía social, como el programa ‘Salva tu empresa’.

Se trata de un proyecto iniciado en 2020 en colaboración con Fevecta y con la cofinanciación del Ministerio de Trabajo y Economía Social «para fomentar la transformación cooperativa en situaciones de crisis o de difícil relevo generacional». La Generalitat reserva un millón de euros del fondo Fininval para el refuerzo financiero que estas transformaciones requieran.

Asimismo, desde la Generalitat se ha dado apoyo a Fevecta en la organización durante 2020 y 2021 de cinco jornadas informativas con alrededor de 300 participantes, a partir de las cuales este 2021 se está trabajando en siete transformaciones cooperativas, todas enmarcadas en el sector servicios.

Con todo ello, Oltra animó a seguir avanzando en esta senda, especialmente en otros ámbitos y sectores como el industrial, para lo que puso como ejemplo el trabajo realizado en la región italiana de Emilia-Romagna, con un 80% de transformaciones cooperativas en el sector industrial.

Avanzando juntas

El cooperativismo valenciano cuenta con muchos ejemplos de cooperativas que avanzan juntas hacia la transformación del modelo económico y que son una muestra de colaboración y construcción de alianzas y resiliencia. Hay muchos retos que perseguir y experiencias que potenciar para contribuir a la necesaria transformación económica y social del territorio valenciano.

En concreto, destaca en el cooperativismo de trabajo asociado la iniciativa de tres cooperativas del textil valenciano que unieron sus caminos y crearon Indicoop, una cooperativa de segundo grado, para salir reforzadas de la pandemia. Las tres han conseguido reorientar su actividad iniciando una nueva línea conjunta de negocio que las hace más competitivas y que en los momentos más duros del confinamiento les hizo fabricar batas y mascarillas, productos que escaseaban.

En el ámbito educativo, se creó hace más de una década Akoe Educació, un grupo de cooperativas de enseñanza, que se asociaron bajo la fórmula cooperativa de segundo grado, para generar sinergias y mejorar procesos, desarrollando un proyecto de cooperación empresarial que les permite compartir no solo valores y principios, sino también sistemas de gestión. Han desarrollado un proyecto en común que les ayuda a mejorar los procesos de enseñanza en el aula.

Dentro de la línea de intercooperación, cabe destacar también los acuerdos de las cooperativas Alzicoop (Alzira) y San Felipe Benicio (Benimodo), para optimizar a partir del trabajo conjunto la producción y comercialización de cítricos, kakis y otras frutas.

Por su parte, la Cooperativa Viver, que nació en 1990 con la elaboración de aceite a partir de las aceitunas de sus socios, ha ido evolucionando hasta convertirse en una empresa agroalimentaria con más de 55 trabajadores y 515 socios, que gestiona incluso el día a día de otras cooperativas y comunidades de regantes de su entorno.

Esta evolución que ha ido in crescendo ha sido fruto de una valorización constante de lo agrario y la modernización, priorizando los productos autóctonos, formando a los socios, orientación a los clientes, etc. Para la cooperativa es importante tanto el presente como el futuro y se están desarrollando iniciativas tendentes a la recuperación de tierras para el cultivo y el mantenimiento de la actividad agraria en su área de influencia.

También hay buena muestra en el cooperativismo de consumo. En Consum, por ejemplo, para dar una salida social y ambiental responsable a todos los alimentos aptos para el consumo no comercializados, se ha desarrollado el Programa Profit para prevenir el desperdicio de alimentos. Desde hace una década, a través de este programa, se donan todos los alimentos retirados del punto de venta, pero aptos para el consumo. A diario se entregan desde todos los centros a entidades sociales para que se distribuyan entre las personas que los necesiten. En 2020 se donaron 7.100 toneladas que beneficiaron a unas 50.000 personas. Como ejemplo de colaboración público-privada se encuentra el Programa de Ventas Sociales, que permite suministrar vales y tarjetas monedero a muchos servicios sociales municipales, para que puedan distribuir así sus ayudas de manera fácil y personalizada entre los beneficiarios. Este año las ventas sociales se han duplicado hasta los 4,3 millones a raíz de la pandemia.

Otro ejemplo se encuentra en la cooperativa de consumidores y usuarios, La Moixentina, que colabora con la Residencia «La Milagrosa» de Moixent, y, con otras entidades y asociaciones de la localidad. Tienen una tienda Charter franquiciada por la emblemática cooperativa valenciana Consum, con la que colaboran para ganar competitividad.

Por último, un estupendo ejemplo se encuentra en el cooperativismo de turismo rural preocupado de potenciar el turismo de estas zonas y el desarrollo local del entorno mediante la elaboración y ejecución de proyectos medioambientales sostenibles. Las cooperativas del sector turístico ponen freno al actual proceso de disminución de la población rural y sirven para recuperar el patrimonio histórico y cultural de muchos pueblos rehabilitando sus casas y masías. Una de estas cooperativas es Mas de Noguera en el municipio castellonense de Caudiel. La Educación Ambiental siempre ha sido uno de sus principales objetivos, educar a niños y a adultos en el respeto al entorno natural por medio de la experimentación y la cooperación. Desarrollan múltiples actividades para entender de primera mano como funcionan los ciclos naturales y cual es el impacto de nuestro consumismo actual.

lasprovincias.es

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